La forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno es fundamental para nuestro desarrollo personal. Esta forma particular de conectar con lo que tenemos alrededor, se va acumulando en nuestras experiencias a lo largo de la vida, y esta relación y su resultado, modificará cómo lo haremos en un futuro. A esto lo llamamos COGNICIÓN SOCIAL.
Para poder relacionarnos con otras personas, utilizamos la EMPATÍA, que es la capacidad de ponernos en el lugar del otro y entender su situación personal. Es una capacidad imprescindible para desarrollar nuestra vida social.
Hay varios factores que repercuten en la forma en la que nos relacionamos con los demás: Nuestro desarrollo, nuestra educación… Todo ello, influye en nuestras emociones, y en las emociones de las personas que nos rodean, así como en nuestros pensamientos y los de los demás.
Las personas nacemos con una capacidad innata para relacionarnos con los demás, ya que el ser humano necesita tener conexión con sus iguales, pero aparte de esto, las experiencias que vivimos con nuestro entorno van enseñándonos la mejor forma de relacionarnos con la sociedad en la que vivimos.
Según esto, cuando nacemos, únicamente experimentamos una serie de emociones básicas y automáticas, que después se unirán a nuestros pensamientos para darlas un significado, permitiéndonos tomar las decisiones más adecuadas en cada situación.
Por ello, podemos decir que la forma en la que nos relacionamos con las personas que nos rodean es una combinación de emoción y pensamiento, adaptándonos con cada contacto, a la sociedad en la que vivimos.
Si te cuesta relacionarte con los demás, crees que puede afectarte o a algún familiar, contacta con nuestros profesionales clínicos. Te ayudaremos a gestionarlo.
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