Las emociones forman parte de nuestra existencia como seres vivos, son un elemento activo de nuestra historia personal, de la forma en la que reaccionamos ante el mundo que nos rodea, de nuestras vivencias y de la interacción con las personas con las que convivimos o han formado parte de nuestra experiencia vital.
Las emociones se manifiestan de forma mental, y a veces de forma física como reacciones desencadenadas por numerosas situaciones que pueden ser simples o complejas (un cumpleaños, una boda, la muerte de un ser querido, una sorpresa, un susto…).
Las emociones básicas son: Alegría, tristeza, ira…
Estas emociones nos hacen reaccionar con diferentes sentimientos: Envidia, celos, compasión, admiración, etc.
A veces intercambiamos las emociones y sentimientos llegando a no conseguir distinguir entre ellos. Aunque los sentimientos son experiencias mentales que tenemos de estas emociones, y a veces son personales, que no coinciden con la de otros.
No importa si los distinguimos o no, lo que sí importa es que “sabemos que estamos sintiendo” y reaccionando adecuadamente ante lo que sentimos. Los sentimientos acompañan a todo aquello que como seres vivos estamos percibiendo, aprendiendo, recordando, imaginando, juzgando, decidiendo, planeando…
Las emociones y los sentimientos nos ayudan a diferenciar lo bello de lo feo, lo agradable de lo desagradable, lo espiritual de lo terrenal, y lo amoroso o pasional de lo doloroso. Son esenciales para impulsar nuestros deseos, nuestro proyecto vital y cualquier proceso intelectual y creativo. Son fundamentales en la interacción con las otras personas. Y dependiendo de cómo las gestionemos, nos enfrentaremos de múltiples formas a situaciones vitales importantes que frenarán o apoyarán nuestro proyecto de vida.
Si tienes dudas sobre cómo gestionar las emociones o sentimientos, crees que puede afectarte o a algún familiar, contacta con nuestros profesionales clínicos. Ellos sabrán orientarte.