Las redes sociales hoy en día son un arma de doble filo. Esto quiere decir que muchas veces son un gran factor de ayuda si se usan de una manera adecuada. Sin embargo, otras veces pueden causar consecuencias muy graves en la vida de las personas.
Inicialmente las redes sociales deben de cumplir una serie de factores para que sean consideradas como tal. Debe haber una comunicación, una lista de amigos y debe estar presente la localización de esos amigos.
Varios estudios muestran que las redes sociales se usan con un fin lúdico. Es por ello, que las personas no lo consideran una pérdida de tiempo a la hora de realizar sus actividades u obligaciones. Pero admiten que los contenidos de las redes afectan notablemente a su autoestima. Sobre todo a los adolescentes al encontrarse en el momento de formación de su identidad y autoconocimiento.
Las redes sociales facilitan el proceso de divulgación de diversas noticias. Estas generan, cada vez más, grandes impactos negativos en las personas y en la sociedad. Además, las tecnologías de realidad virtual avanzan a pasos agigantados. Esto surge a raíz de que no somos conscientes de la veracidad o falsedad de las noticias a las que nos exponemos cada día.
Hay diversos mecanismos que participan a la hora de hacer a las personas más vulnerables al hecho de dejarse influenciar por las redes sociales. Estos mecanismos van relacionados con la personalidad de cada persona unido a la facilidad de acceso a las redes sociales que existen.
Uno de los principales mecanismos que se activan al acceder a una red social es la falta de conciencia sobre las consecuencias que pueden tener, sobre la información que se trata en ellos y la información personal que publicamos ahí.
Uno de los mecanismos de vulnerabilidad hacia las personas es la autoestima. La autoestima es el sentimiento que tenemos hacia nosotros mismos, como nos vemos y como nos valoramos. Es decir, nuestro autoconcepto. Esta valoración puede ser tanto positiva como negativa.
En este caso, las redes sociales aumentan las inseguridades al provocar continuas comparaciones entre nosotros y lo que vemos en ellas. Actualmente, en la sociedad hay instaurados diferentes cánones de belleza y diferentes formas de ver una misma realidad. Por ello, las personas que podemos considerar como amigos en nuestras redes sociales, pueden ser nuestros principales enemigos y forzarnos de una manera indirecta a seguir ese tipo de normas para poder encajar en esa “ciber-sociedad”.
Esto se puede deber a una falta de empatía por parte de los usuarios de las redes sociales ya que en el caso de las relaciones personales cara a cara la persona ve las facciones de la otra, ve sus gestos, ve sus emociones, ve cómo puede estar sintiéndose en un determinado momento y entonces se juzga menos, se trata mejor a las personas, sin embargo a través de una pantalla no ves a tu interlocutor, no ves una cara real si no que ves un mensaje que es el que te quieren transmitir y no se activan los diferentes mecanismos que nos harían ser reales.
Otro aspecto a tener en cuanta a la hora de influir en la vulnerabilidad de las personas, es la identidad social (género, origen, religión)
Todo esto está influenciado por el incremento de los tiempos que pasamos conectados a las redes y la frecuencia con la que lo hacemos.
Normalmente, no somos conscientes de como este tipo de plataformas nos pueden invadir nuestra intimidad, haciéndonos completos dependientes de ellas al compartir información personal sin restricciones, al no ver peligros en lo que publicamos puesto que siempre marcan el lado positivo sin dejarnos ver que eso no es una realidad como la que puede estar presente en la vida de cualquier persona y por la búsqueda continua de la aceptación social.
Otro aspecto a tener en cuenta y que cada vez se da más a la hora de usar las redes sociales es la búsqueda del humor fácil a través de otros con grabaciones, la mayoría sin consentimiento, de personas a través de videos o imágenes graciosas como, por ejemplo, una persona que está grabando una situación en la que una persona resbala y se cae… Son situaciones que provocan gracia y se hacen virales a costa de reírse de una persona que no quiere que ese momento este en las redes.
Otro mecanismo muy importante a mayores de la autoestima son los rasgos de personalidad de las diferentes personas, ya que según diversos estudios las personas más extrovertidas tienen una mayor facilidad ante el uso de las redes sociales y por ello una mayor vulnerabilidad al compartir más información sobre su vida privada a gente extraña debido a que suelen tener más seguidores que personas a las que siguen y muchas de las veces estas no se conocen.
En resumen, los mecanismos personales que hacen que se desarrolle esa vulnerabilidad en redes son:
- Falta de conocimiento o conciencia
- Compartir información personal sin restricciones
- Falta de autoestima
- Comparación con los demás
- No ser conscientes de que no es una realidad y que se muestra lo que cada uno quiere mostrar.
Gracias los profesionales que se dedican a las redes sociales se comienza a tener más conciencia y más visibilidad sobre este tipo de situaciones, con advertencias sobre todo de que no es oro todo lo que reluce y que no siempre la gente tiene una vida perfecta, al final somos seres humanos y seres sociales por naturaleza con todo lo que eso conlleva.
La vulnerabilidad ante las redes es algo que todos podemos llegar a sentir, al final es como una adicción más a algo que nos da una recompensa a corto plazo y nos hace sentir bien, cuando al final te das cuenta que no puedes vivir ni ser nada sin ello.
Debemos ser conscientes de que al final del día cuando estamos solos en nuestras casas o en nuestras habitaciones lo que nos queda es nuestra compañía, la de nuestra pareja, nuestra familia, nuestras mascotas… y que las redes lo único que nos proporcionan en esos momentos es un distanciamiento de la parte más bonita y más personal de la vida. Por ello hay que trabajar la relación que mantenemos con las redes sociales para que nos aporte todo lo bueno que tiene y no nos dejemos caer en la trampa de dejarnos de lado por una aprobación de personas que ni si quiera conocemos.
Las redes sociales son maravillosas. Nos aportan muchísima información y nos permiten conocer gente de manera muy sencilla pero también tienen sus aspectos negativos. Por eso debemos saber usarlas con responsabilidad. Para ello, existen diversas asociaciones y profesionales que advierten de los peligros. Además presentan una serie de pautas para el uso responsable y sano de las redes sociales.
Referencias de guías de tratamiento:
Chóliz, M. y Marco, C. (2011). Adicción a Internet y redes sociales. Tratamiento psicológico. Madrid: Alianza Editorial.
Algunas de las asociaciones a las que se pueden acudir para ampliar información:
- Asociación Proyecto Hombre
- Asociación de Jugadores Patológicos Rehabilitados de Valladolid (AJUPAREVA)
- Centros de atención primaria de adicciones